La Facultad de Informática de la UNLP organiza una serie de actividades en torno a las Dimensiones de la Ética en la Informática, enfocada principalmente en la formación de los alumnos de esta unidad académica.
"La iniciativa se enmarca en la decisión de la Facultad de Informática de promover la formación por Competencias siguiendo los lineamientos de RedUNCI y utilizando la guía de sellos de Calidad Internacionales como EuroINf", contaron.
"Se trata de una convotoria a los docentes para analizar las dimensiones de la Ética y el gran impacto de la Informática en las materias en cuestiones éticas que afectan la vida cotidiana", puntualizaron más adelante.
El ciclo de actividades sobre “Ética en Informática” comenzará el próximo miércoles 9 de octubre de 15:00 a 18:30 horas en el Aula 10 B de la Facultad de Informática, calle 50 y 120.
La misma estará a cargo del Dr. Javier Blanco, ex alumno de la Facultad. Actualmente Profesor Titular del FAMAF – Universidad Nacional de Córdoba y Director de la Maestría Tecnología, Políticas, Culturas de las Facultades de Filosofía, Sociología y Humanidades y de Artes de la UNC.
El encuentro se implementará en 2 momentos:
15:00 a 16:30: Taller con docentes sobre las posibilidades de incluir en
sus contenidos temas vinculados a la ética.
16:30: break-café
17:00 – 18:30: Charla abierta: “Meditaciones algorítmicas. El futuro de
las relaciones entre humanos y programas”.
Breve descripción del contenido de la charla:
Entender las mediaciones digitales, la manera en que las redes informáticas constituyen hoy el mundo y generan las condiciones de posibilidad de las subjetividades, es uno de los principales desafíos conceptuales del presente. Las llamadas “inteligencias artificiales” introducen novedades importantes en las más diversas áreas de la sociedad, la política y la cultura. Parece necesario construir otro medio técnico, u otra relación con él, que favorezca la des-automatización y el pensamiento reflexivo. Limitar el uso de estos programas o directamente interrumpirlo, como proponen por ejemplo el colectivo Tiqqun o más recientemente Eric Sadin, es una tentación común pero poco promisoria. Buscar un afuera del mundo algorítmico, lo “incalculable” como aquello que pudiera escapar al procesamiento de datos, a la repetición, y funcionar como impulso a la amenazada creatividad humana parece infructuoso, pero es, como trataremos de justificar en la charla, sobre todo innecesario.